UNA SEMANA
14 de Abril de 2016
15:00h de la tarde; mi tripulación y yo nos preparábamos
para emprender nuestro viaje hacia el Planeta Rojo. Billy, Andrew y Kat
esperaban impacientes la hora de subirse al Fogh IV. Kat, o Katria era la única
tripulante femenina de la nave, pero llevaba toda la vida trabajando con
nosotros, ya que es mi hermana menor.
Toda la prensa de Estados Unidos estaba en aquella estación
espacial de Texas, era la primera expedición a Marte con seres humanos a bordo
de la nave y por eso era un día tan señalado desde hacía mucho tiempo. Hasta ahora
se había tardado dos meses en llegar, pero con esta nave habían garantizado la
llegada en una semana como mucho. La voz monótona de la directora de la NASA
amplificada por la megafonía anunciaba que era la hora de dar comienzo a la
expedición. Liderados por mí, todos los tripulantes entraban en aquella nave
que tanto había sido analizada por miles y miles de científicos reconocidos del
mundo. Ya dentro de la nave, me senté al lado de mi hermana en la parte delantera;
Billy y Andrew se sentaron un poco detrás,
pero intercalados para poder tener visión.
La nave tenía “vida propia”: un ordenador programado para
abastecer nuestras necesidades durante el viaje.
-¡Buenas tardes!
¿Listos para el despegue?, preguntaba Lady con la voz vacía que tiene un
ordenador.
Indiqué que sí pulsando aquel botón que ponía toda la nave a
funcionar.
-¿Cinturones? , pregunté.
-¡Listos!, contestó
la tripulación al unísono.
-¿Mandos?, continué.
-A punto para el
despegue, aportaron Andrew y Billy
-¿Preparados?, pregunté
mirando firmemente a mi tripulación.
-¡Sí!, fue la
firme respuesta que recibí.
-Lady, pon este trasto
en funcionamiento, espetó mi hermanita.
-¡A sus órdenes Kat! Preparando
cuenta atrás: 10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1…..¡Ignición!
La nave se fue alejando del suelo rápidamente y toda aquella
aglomeración de gente desaparecía, poco a poco, hasta solo poder distinguir una
mancha y así también sucedió con la ciudad, los estados, el país y finalmente
con la Tierra.
Ya después de pasar la atmósfera y salir al espacio exterior,
puse el piloto automático y comenzamos a observar por la ventanita todas las
estrellas y cuerpos celestes a los que nos acercábamos. De la siguiente semana
no hay mucho que relatar ya que nos pasamos los días hablando, riendo, comiendo
y durmiendo; Lady tenía el control de todo.
21 de abril de 2016
Parecía que cada vez nos íbamos acercando más y más a aquel
planeta en el que estaba programada nuestra llegada dentro de cinco horas y nos
dispusimos a colocar todo para el aterrizaje. Todos estábamos muy nerviosos,
sobre todo Kat, puesto que llevaba soñando con esto toda su vida. Quería llegar
a Marte y demostrar que allí no había nada, no había vida.
-Tomen sus asientos,
voy a proceder a aterrizar, nos comunicó Lady.
Nos abrochamos los cinturones y esperamos impacientes a que
nuestra ya amiga, máquina de control hiciera su trabajo. Todo parecía tal y
como se veía en las películas, no podíamos creernos que esto estuviera
sucediendo realmente… ¡era NUESTRO SUEÑO!
Kat fue la primera en descender de la nave, seguida por
Andrew, Billy y finalmente yo. Pudimos dar un pequeño paseo pero solo hasta un
determinado punto en el que los trajes contenían suficiente oxígeno como para
poder volver a la nave, ya que sin ellos no podríamos sobrevivir debido a la
ausencia de atmósfera o atmósfera muy fina.
procedencia |
No podíamos creérnoslo; ¡Hielo!; quizá Kat estaba equivocada
y ¡si había vida en Marte!
22 de abril de 2016
Nos despertamos deseosos de bajar de la nave para ver si
podíamos descubrir algo más, pero desde la NASA nos envían un mensaje alertando
de una grave tormenta de arena. ¿Podía haber peores noticias? Todos sabíamos lo
que eso significaba: las tormentas más impredecibles y peligrosas de todo el
Sistema Solar y con una duración que puede llegar a ser de incluso varios
meses. Los científicos no han averiguado aún las causas pero relacionan estas
tormentas con que las partículas de polvo presentes en la atmósfera absorben
tanto la luz del sol que elevan las temperaturas de la atmósfera y provocan fuertes
vientos.
23 de abril
Desde la NASA nos dan órdenes de volver a la Tierra ya que
con la tormenta de arena nada podíamos investigar allí. Quedamos destrozados ya
que no sería posible averiguar algo más del planeta en este viaje y realmente
estábamos deseosos de continuar nuestro trabajo.
Con ningún ánimo preparamos todo para el regreso al día
siguiente.
24 de abril
Comenzamos la comunicación con la NASA para el regreso y
comenzamos el proceso de encendido de la nave para el despegue. En esos momentos un piloto rojo comienza a
parpadear al tiempo que la sirena comienza a pitar y Lady nos alerta: “Insuficiente
combustible para llegar a destino”. En un principio pensamos que era una broma;
pero… ¿Cómo una máquina podría tener sentido del humor? Lógicamente no fue así,
y verdaderamente no teníamos suficiente combustible para volver a la Tierra.
Desde la NASA escuchamos a la directora gritar a los
científicos incrédula por ese fatal e imperdonable error en el cálculo del
combustible. Al cabo de unas horas nos comunican que al día siguiente lanzarían
una nave de las antiguas a nuestro encuentro; pero nosotros ya sabemos lo que
tardaría en llegar,…, aproximadamente dos meses, y nosotros tan sólo tenemos
comida para un par de semanas.
15 de junio
Pese a comunicarnos a diario con nuestros familiares y
compañeros, nos faltan fuerzas, hace días que no tenemos nada de comida y el
agua prácticamente se está acabando.
Dejo este mensaje para que si alguien lo lee, es que yo ya
no estoy para contar esta increíble vivencia y deseo que el primer viaje a
Marte de humanos sea recordado como un gran paso adelante y no por la muerte de
cuatro jóvenes.
Un saludo, Joe, Capitán del Fogh IV
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